Cuando la familia crece es el momento de convertir tu casa en un hogar seguro.
La llegada de un nuevo niño al hogar es motivo de felicidad, celebración y alegría. Risas, emociones, juegos y crecimiento se darán cita en las diferentes estancias de la vivienda.

Cuando las familias crecen, las casas necesitan unos cambios para adecuarse a los cuidados y atenciones que los nuevos miembros requieren. Por lo general, las casas son lugares más que seguros, pero cuando un niño empieza a vivir en ellas, se deben tener en cuenta una serie de características necesarias para construir un hogar seguro y evitar cualquier peligro para el mismo.
Es fundamental adaptar cada hogar, para que los pequeños de la casa puedan campar a sus anchas sin ningún peligro. Lugares para jugar, espacios donde aprender, etc. Los niños irán descubriendo poco a poco los diferentes rincones de su casa, por ello es conveniente seguir una serie de recomendaciones que nos ayuden a crear un entorno seguro y adaptado a sus fases de crecimiento.
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Quitar los objetos peligrosos
Empezaremos haciendo una lista con los objetos que consideramos peligrosos para los pequeños, bien por la utilidad de los mismos o bien porque puedan metérselos en la boca o manipularlos de forma inadecuada.
En este punto, hacemos referencia también a los objetos de la vivienda que no pueden esconderse o dejar fuera del alcance de los niños, como los enchufes o los bordes y esquinas de los muebles. Para ello la mejor solución es taparlos con fundas especiales como las existentes para enchufes, o protegerlos con materiales blandos y protectores, evitando así cualquier incidente.
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Revisar el estado del suelo
Si hay algún lugar donde los niños pasarán la mayor parte de su tiempo, es el suelo. Hay que revisar el buen estado del mismo, así nos evitaremos incidentes a la hora de gatear o andar. Asegurarse de que es una superficie lisa, que no tiene salientes ni desperfectos o que no resbala demasiado.
Para los primeros pasos del bebé o sus juegos en el suelo recomendamos la colocación de alfombras. Estas amortiguarán de los golpes, proporcionarán seguridad y mantendrán una temperatura y textura agradable para el desarrollo de cualquier actividad.

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Proteger las escaleras
Si vives en un dúplex o en una vivienda a doble altura, hay que utilizar mecanismos de protección, como vallas y puertas pequeñas, para controlar la bajada de los niños por las escaleras y evitar posibles caídas.
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Protección para puertas
Otro de los peligros más habituales ante la actividad de un niño, es la apertura y cierre de las puertas. Para evitar posibles lesiones, pillándose los dedos, o que entre en lugares donde no debería, existen diferentes topes de espuma que se colocan en el tablero de la puerta para evitar el cierre total de la misma.

Para evitar que los niños accedan a diferentes estancias o abran puertas de armarios o cajones, existen las cerraduras de seguridad, pequeñas tiras muy fáciles de colocar que actuarán como bloqueo de seguridad.
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Evitar la cocina
La cocina es una de las estancias más peligrosas de una casa. Los utensilios y electrodomésticos presentes en ella pueden favorecer que los pequeños sufran accidentes no deseados. Por ello lo mejor es mantener a los niños alejados de la cocina durante sus primeros años y cuando quieran ayudar en diferentes recetas, supervisarlos siempre y avisarles del peligro de cada elemento, como las cazuelas o los objetos cortantes.

Con estos pequeños consejos conseguirás un hogar seguro con tus niños fuera de peligro. Así, podrás centrarte en disfrutar del tiempo en familia y en ir creando espacios adaptados a las necesidades de tus pequeños en las diferentes etapas de su vida.

La seguridad lo es todo, pero también es importante contar con espacios adaptados a las necesidades de tus niños y tu familia. Si necesitas una vivienda más grande, habitaciones más amplias o una casa con zonas comunes infantiles, contacta con nosotros. Juntos encontraremos un hogar seguro y adaptado para ti.
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